miércoles, 10 de agosto de 2011

OTRO AGOSTO.

Otra página en blanco recurrente en mi camino por tratar de decir que quiero o cómo me siento, una vez más es Agosto mes de cambios extremos para mí y este no fue la excepción pero ya lo veo como cíclico, tal vez si no hubiesen cambios no tendría por ejemplo ánimos para acercarme a escribir y divagar mientas las letras se agolpan por salir en esta suerte de diario de lo urbano y lo divino, porque sencillamente siento que tengo esos dos lados dentro de mí y me gusta que me acompañen.

Me siento a escribir sin saber cuál será el resultado de este pequeño viaje mientras Frank Sinatra suena en mis oídos y pienso en momentos más dulces y tibios que ahora.

Pero sigo con poco tiempo para llegar a los 36 y llena de contrariedades y una energía que se dispara hacia el universo preguntando para que soy buena, reconociendo en mí muchas cualidades y millones de defectos.

Un dínamo como una vez me dijo mi terapeuta antes de darme de alta el año pasado, una energía que se traduce ahora en letras y en ganas de que las cosas comiencen a tomar más velocidad, porque sencillamente me gustan los riesgos.

La piel habla alto sobre todo cuando el clima está más agradable…

Un beso que no daría ahora mismo por un beso de esos que comienzan tímidos y terminan entre las sábanas, sin ropa de preferencia.

Pero tampoco soy solo eso llevo meses pensando que necesito y llegué a la increíble conclusión que no necesito a nadie a mi lado, al menos no de la manera que tuve por años, que esta libertad del alma tiene una valor sublime y tampoco quiero perderla.

Mis hijos son seres pensantes individuales creativos grandes tan agradablemente deliciosos y firmes en sus convicciones, eso es definitivamente algo que hice bien tenerlos amarlos y criarlos para que demuestren su valía en este mundo que busca originalidad para hacer cambios de los que seguramente participaran sin dudar.

1 comentario:

  1. Ciclos buenos o malos pero ciclos al fin, un rueda que no perdona y mientras más alto estamos más profundo caemos en el análisis de la vida, sin embargo, tu misma tienes la cura, sale a vivir y no te quedes a morir, prueba la libertad y hazla respetar ella sola te encaminará a la genialidad de tu ser. No todos los puertos que has conocido han sido buenos compañeros de tormentas anteriores.

    Yo mismo me pregunto miles de cosas y juego a que soy otro y me atrevo a escribirle a mujeres que nunca conoceré pero que siempre amaré, aún así recalo en mi puerto y en las noches encuentro consuelo amanezco nuevo y salgo a comerme el mundo antes que me devore.

    Besos pecaminosos para que te sonrojes

    ResponderEliminar

Agrega tu comentario es muy importante para mi... Gracias.