viernes, 17 de julio de 2015

Guillermo

Me di un tiempo sola, un verano completo de la casa al trabajo y vice versa.
Era un tiempo para ordenar mis ideas y definir lo que deseaba hacia adelante.
No me servía nada del pasado, no quería a nadie de regreso, ya no valía de nada lo que había vivido, o tal vez sirvió para poder tabular que era positivo y que era dañino para mi.

En diciembre lo vi y comencé a conversar con el.
Era bello, su sonrisa era muy dulce y sus ojitos brillaban cuando yo le sonreía...
Cada tres semanas lo veía llegar con su sonrisa no hablábamos mucho pero causó una gran impresión en mi.
Pasó el tiempo el verano terminaba y mis hijos la fin volvían tome una semana libre y sabiendo que el volvería y no podría verlo.
Dejé con mi compañera de trabajo una nota para el con mi teléfono.
Corrí el riesgo de que el no llamara, pero lo hizo.
Empezamos a hablar de la vida y de nuestras historias.

En Abril verlo lejos del entorno del trabajo sin que nadie nos molestara fue lo mejor pero tuvimos un desencuentro grande y decidí cortar con lo que comenzaba.
Pasaron tres días y volvimos a vernos en el muelle y fue difícil acercar posiciones, el estaba muy dolido y yo también.

La vida es extraña y no me olvidaba de su sonrisa, ya era Mayo y vino el día de la mamá. 
Pasaron unos días y el me llamó, yo había publicado una foto con mi mamá y mis hijos y eso le dio valor para hablarme.
Sentí en el corazón que me había equivocado y me invadió una pena enorme.
Me quebré sin vuelta un Domingo, no daba mas y solo quería llorar tomé el teléfono dejé mi orgullo de lado y le pedí ayuda, el estaba ahí para mi esperándome y lo abracé, como una niña con un dolor que no conocía, y pude llorar.
Me llevó lejos con el mar donde la paz que me hacía falta estaba en sus brazos, no me preguntó mucho, pero tuvo la paciencia para escucharme y secar mis lágrimas.

En esa playa supe que no era igual al resto, que al fin había encontrado a un hombre bueno que quería estar conmigo, a pesar de haber sido yo quien había terminada todo.

Ahora no puedo vivir sin oírlo en las mañanas y antes de dormir, tuvo la sensibilidad de comprenderme a pesar de lo difícil que soy, tiene la dulzura que me hacia falta y ahora ha sacado de mi un amor que no pensé que existía.
Se hizo parte de mi con honestidad, lealtad y alegría.

No puedo dejar de agradecer mi suerte ...




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