jueves, 21 de enero de 2010

DECIDIERON ENCONTRARSE...

Hacía mucho que no se veían hasta que ella le llamó, no hubo respuesta.

Volvió a odiarlo, hasta que tres semanas después fue el quién la llamó, definitivamente estaba sorprendida.

La llamada fue corta pero muy precisa- ¿Puedes o mejor dicho quieres juntarte conmigo hoy?- ella dejó que un par de segundos pasaran para decir que si, era su modo de castigarlo.

Quedaron de juntarse en la esquina donde se conocieron años atrás, cuando ella paseaba su perro y el pequeño se detuvo a hacer sus cosas mientras, el se burlaba de lo que pasaba.

Llegó la hora ella camino tranquila, el la esperaba no les importó nada ni nadie y se abrazaron viniendo después ese beso tan esperado.

El la invitó a pasear en su auto, ya no había nada que temer, se detuvieron en la playa a conversar abrieron las ventanas y la brisa entró, pasaron al menos dos horas hablando de lo acontecido este tiempo de silencio.

Volvieron los besos, los abrazos, las caricias, que tanto les hacían falta, estaban solos, después de tanto tiempo, se miraron y rieron, definitivamente el auto era muy incómodo para lo que deseaban hacer...

El esta vez tenía una sorpresa, le mostró una llave... Encendió el auto y partieron, era muy cerca una cabaña frente a la playa.

Ella se dejaba querer, sin poner oposición, el trataba de ser cuidadoso, mientras se iban encendiendo los motores tanto tiempo detenidos, vinieron millones de besos esa noche estrellada, junto al sonido del mar ellos iban dejando caer su ropa, sus silencios, sus distancias hasta ser uno. Un calor que hace mucho no se habían permitido sentir, no eran dos niños y era tal vez eso los que lo detuvo tanto tiempo, pero esa espera sirvió para lo que ocurrió en esa cabaña cambiara su manera de verse y unir tantas cosas por tiempo apagadas.

No existían los relojes, los teléfonos, ni la gente que paseaba de noche por la playa, eran ellos dos su piel, su olor, sus corazones latiendo fuerte y claro, los besos las caricias y las ganas de no separarse, sin dormir pero felices, dando rienda suelta a sus cuerpos y sus emociones en un momento ella derramó una lágrima el tuvo miedo -¿Qué te ocurre? Ella solo responde soy feliz en este momento y estoy donde debo estar.

Avanzan las horas mientras sus cuerpos se enredan en las sábanas una y otra vez, sin dejar de asombrarse uno a otro, había tanto que entregar.

El sol de la mañana inunda la habitación, ellos se abrazan, se besan, se miran y sonríen...

3 comentarios:

  1. QUE BELLA HISTORIA, QUE SE DA TODOS LOS DIAS EN NUESTRAS VIDAS, SON REALIDADES QUE PLASMAS EN EL PAPEL, TAL VEZ TU SENTIR, TAL VEZ EL MIO..QUIEN SABE?????
    ME RECUERDA MUCHO A UNA VERDAD QUE ES TAN MIA PERO MUY HERMOSA.
    QUE LINDO ESCRIBES AMIGA MIA, TE FELICITO MUY DE CORAZON. NO HAS ESCRITO ALGUN LIBRO???TIENES MUCHAS CONDICIONES!!!!
    TAMBIEN SOY APASIONADA Y MUY ROMANTICA..
    TE DESEO TODO EL EXITO QUE TE MERECES Y LO MEJOR DE LA VIDA Y EL CIELO.
    UN GRAN ABRAZO DE LUZ..!

    ResponderEliminar
  2. QUE HERMOSO RELATO MI QUERIDA AMIGA, LA REALIDAD MISMA QUE SE DA TODOS LOS DIAS, SENTIR TUYO, MIO DE TODOS..QUIEN SABE????
    TE FELICITO MUY DE CORAZON, TIENES MUCHAS CONDICIONES Y UN GRAN TALENTO, ME ALEGRO QUE LO CULTIVES ES UN DON QUE DEBES AGRADECER.HAS ESCRITO UN LIBRO?? TE DESEO MUCHO EXITO QUE LA LUZ DIVINA Y TERRENAL SIEMPRE TE ACOMPAÑEN.
    GRACIAS POR COMPARTIR, UN GRAN ABRAZO Y MUCHAS SONRISAS PARA TI Y TUS AMADOS HIJOS..!!

    DE SANDRA WILSON Q. IQUIQUE.

    ResponderEliminar
  3. Nice job Daniela. Very sweet. I look forward to reading more.

    Moises Miranda

    ResponderEliminar

Agrega tu comentario es muy importante para mi... Gracias.