miércoles, 21 de abril de 2010

HUMO

Como muchas tardes se dirigía a su café de siempre, donde ya era una mas de la casa,
llevaba consigo su notebook para afinar detalles de sus tesis, para titularse como abogada,
Su valores eran rígidos, nacida en una familia muy tradicional, tuvo algunos pololos pero nada que detuviera su camino hacia ser una profesional como tanto quizo.

Ese tarde, el había ido al mismo café estaba en el sector fumadores, era el único que fumaba un habano mientras leía el periódico, ella desde dentro lo observaba, era un hombre mayor de cabello cano, ojos claros, se veía relajado, cómodo y noto la mirada acuciosa de ella. No perdió tiempo y llamó al mesero, le preguntó sobre la joven que se escondía tras su trabajo, el mesero sonrió y le dijo que venía casi a diario a trabajar en su tesis y que no tenía novio, que su nombre era Andrea.
El pidió que le llevara un tozo de pastel de nueces para que estudiara con algo dulce para disfrutar.
El mesero cumplió con el pedido.

Andrea le agradece con una sonrisa tan dulce regalo.

El no se acerca, sino que se marcha y se despide de ella desde lejos.

Andrea apagó su notebook y fue a conversar con el mesero sobre el caballero de habano. El le respondió con toda calma lo ocurrido y que el caballero ya sabía su nombre y que venía casi a diario, ella no daba crédito de lo que oía hacia mucho que lo miraba le cautivo su calma y como disfrutaba de su café y su pequeño vicio mientras leía, imaginó que su vida era tan diferente a la de ella, se veía confiado seguro como alguien que sabe su lugar en el mundo y que tiene mucho que contar.

No le dio mas vueltas al asunto y volvió a su casa.... (continúa)

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