AGUAS PASADAS

Aunque no lo creas hoy recordé tu cabello ensortijado,
tu sonrisa plena, y tu vocabulario extenso,
eras brillante y no tenías conciencia de ello,
a los 16 años nadie sabe nada,
pero me tomabas de la mano y se me olvidaba el mundo.

Tenías miles de sueños, gustabas de la música,
la misma que te acompaña hasta ahora,
eras muy alto tu cabello casi rojo,
tus pecas, tus dientes desordenados, pero brillantes,
tus abrazos apretados.

Fue uno de esos noviazgos de niños,
de largas caminatas aunque lloviera,
de ver como terminaba la tarde tras las horas en el liceo,
esos besos dulces que nos quitaban el aliento,
los dulces de menta redondos, para que tu madre no notara que fumabas.

Lo celosa que era tu hermana,
tu gusto por la lectura a temprana edad,
ni yo que escribo tenía esa costumbre,
ahora que llueve te recuerdo,
pero no con tristeza, porque a pesar de lo dura que fue mi adolescencia,
contaba con tu compañía.

Fue un tiempo corto,
luego la vida nos puso trampas y caímos,
peleamos, te lloré amargamente,
debe ser porque te quise mucho,
ahora ya no lloro, menos por desamor,
por ti lo hice y el destino cruzó nuestros caminos muchas veces.

Ahora eres una voz que suena lejana en mi teléfono,
cuando te llamo para saber si estás bien,
ya nada es igual, eres una luz que se apaga lentamente en mi memoria,
pero estás ahí y nunca te irás,
han pasado mas de 20 años.

Y las pocas veces que nos hemos visto,
nuestros abrazos son los mismos,
Te quise y solo espero que estés mejor que nunca,
junto a tus hijos y tu mujer,
porque ahora, soy yo quien tiene el corazón vacío...