domingo, 30 de mayo de 2010

LA GATA


Iba felina agazapada,
mirando su presa desnuda en la cama,
con sus grandes ojos verdes,
y sus garras atrapaba esa alma.

Con arañazos gozaba,
y después descansaba aletargada,
dejando rastros de miel que de su boca brotaban
en los brazos de quien amaba.

Aroma a celo, rastro de su paso,
en las sábanas dejaba,
donde no la amarraba un lazo,
pero volvía y nuevamente atacaba...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agrega tu comentario es muy importante para mi... Gracias.