sábado, 1 de mayo de 2010

OTOÑO

Ella está otra vez sintiendo el frío en la piel, la brisa en el rostro, mientras las hojas de los árboles muestran diversos tonos desde rojo, naranja a ocre y crujen al pisar las veredas ve a los niños jugar con ellas en el parque.

La luna inmensa en la noche trae nostalgia a la piel, que además de frío quiere nuevas caricias, nuevos besos y suspiros, que aún no llegan.

¿Con quién compartir estas imágenes?
¿A quién entregarse sin miedo?

De noche se hace indispensable encender el fuego para calentar la casa crepita, ilumina y danza, es un espectáculo bello, toma un libro sintiendo ese calor que la acompaña.

Llega el momento de ir a su cama, sola otra vez, pero sus sentidos están vivos, la suavidad de las sábanas es su piel y decide sacarse del pijama y solo sentir ese roce.

Deseando inconciencia de su soledad, de ese deseo que se enciende y que no no podrá ser aplacado.

Imagina unas manos recorriendo sus curvas, besar una boca llena de deseos por ella, y ser mujer en los brazos de alguien que espere lo mismo de la vida.

Es magia nada mas, cada vez que le ocurre, piensa en el que vendrá a mover su existencia su cuerpo que es de fuego, mientras a fuera el frío es implacable.

Un hombre mayor que la llene de mimos, que sepa enseñarle cosas que aún no conoce.
Que sea su maestro y ella pueda aprender para darle todos los gustos.

Ella tiene fe que quizás este invierno, que se aproxima, sea menos frió, si un cuerpo decide acompañarla, un hombre que necesite lo que ella gustosa quiere entregar, sin medidas ni tapujos, sin reparos ni prejuicios.

Hace frío y comienza a soñar con sus ojos brillantes y su aroma, sonríe esperando que este deseo se materialice.

La noche se hace corta cuando piensa en él, quiere explotar, su cuerpo se agita, su corazón palpita veloz quiere perderse en ese silencio.

Se duerme y todo se calma la chimenea pronto se apaga. En algunas horas saldrá el sol y ella volverá a su rutina.

El quizás exista mas allá de sus sueños, ese hombre está en algún lugar.

Solo que aún no lo ha encontrado, es cosa de tiempo dice, mientras avanza otro otoño.

4 comentarios:

  1. Siempre es interesante ver de que manera consigues expresar las sensaciones del momento del personaje. Es fácil transportarse al espacio que ella se encuentra, y a la triste soledad (a la vez esperanzadora) que ella publica.

    ¡Es bueno leerte Daniela!

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  2. Gracias Daniela por invitarme a leerte. Siempre es una buena manera de estar cerca, de lo que más queremos para quienes amamos escribir. Sigue relatándonos la historia de este personaje... (pero dile que pongo en dudas que los hombres mayores puedan enseñar algo... jeje)

    Abracito

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  3. Tus cuentos siempre habitan en un tiempo inventado en el que las situaciones y asuntos más corrientes y cotidianos se tiñen de un halo onírico y de irrealidad que los transforma en misterios inquietantes, en el que las tramas más inverosímiles y extrañas transcurren con tal aplomo y tranquilidad que me parecen lo más normal del mundo y en el que los sucesos y hechos realmente importantes siempre se me escapa porque ya han sucedido, como siempre un agrado leer y pensar que alguien puede llevarnos a esos lugares

    P.

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  4. Me gustó mucho el relato, y como dice Rafael, se sienten los sentimientos y emociones de la chica, y me lleva a soñar junto con ella.

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