Esa sensación extraña que invade a hombres y mujeres, que los pone frágiles y sonrientes, esa mezcla de químicos en el cerebro que explotan e invaden cada célula y hacen que nuestro rostro cambie, que el cabello se ponga suave y la piel brille…
Extraño es, porque cuando nos hace falta nos duele y nos hace llorar, todo lo opuesto a lo que en un momento nos invadió y nos hizo caminar sobre nubes.
Hay millones de canciones dedicadas a mujeres con piel canela, aroma a flores y labios de fresa.
Templos milenarios construidos para celebrar un amor que ya no está, pero que se niega olvidar.
Libros llenos de palabras hermosas inspiradas en este sentimiento.
Miles de películas que nos hacen suspirar.
A los 35 años que se me vienen encima, puedo decir que amé, que soñé y que desee con mucha fuerza.
En este preciso momento pienso en quienes me han acompañado espero que estén bien, y como no soy perfecta más de una vez me he equivocado terriblemente, hay cosas que uno tiene que vivir para valorar lo que se necesita aprender en este camino lleno de espinas, baches y eventos desafortunados.
Ahora en este momento mi cabeza esta a miles de kilómetros de distancia no sé si será nostalgia de una voz, aunque creo que son más cosas las que me llevan tan lejos, estoy sola en mi habitación y leo algunos mensajes que he recibido y que guardo quizás para algún día compartirlo con mis nietos, porque de lo que estoy segura es que quiero vivir mucho…
Hay cosas sencillas que quisiera compartir con ese “alguien especial” una puesta de sol que quede en mi retina para siempre, una noche estrellada lejos del ruido de la cuidad, el calor del fuego en invierno, la lluvia que adoro, reír hasta que me duela la cara y me falte el aire, alguien que me sorprenda positivamente cantándome al teléfono “Valparaíso de mi Amor” , noches llenas de arrumacos y besos, algunos chocolates, luz de velas, una buena comida , esperar la salida del sol en algún lugar lejano, sin dejar de lado, larguísimas conversaciones sobre lo humano y lo divino.
Prometo darme esos espacios, regalar eso que guardo y que en este momento nadie conoce, porque soy otra, porque comienza un período nuevo, y porque la vida es para vivirla…
Es todo lo que deseo para comenzar feliz mis 35 años.
Extraño es, porque cuando nos hace falta nos duele y nos hace llorar, todo lo opuesto a lo que en un momento nos invadió y nos hizo caminar sobre nubes.
Hay millones de canciones dedicadas a mujeres con piel canela, aroma a flores y labios de fresa.
Templos milenarios construidos para celebrar un amor que ya no está, pero que se niega olvidar.
Libros llenos de palabras hermosas inspiradas en este sentimiento.
Miles de películas que nos hacen suspirar.
A los 35 años que se me vienen encima, puedo decir que amé, que soñé y que desee con mucha fuerza.
En este preciso momento pienso en quienes me han acompañado espero que estén bien, y como no soy perfecta más de una vez me he equivocado terriblemente, hay cosas que uno tiene que vivir para valorar lo que se necesita aprender en este camino lleno de espinas, baches y eventos desafortunados.
Ahora en este momento mi cabeza esta a miles de kilómetros de distancia no sé si será nostalgia de una voz, aunque creo que son más cosas las que me llevan tan lejos, estoy sola en mi habitación y leo algunos mensajes que he recibido y que guardo quizás para algún día compartirlo con mis nietos, porque de lo que estoy segura es que quiero vivir mucho…
Hay cosas sencillas que quisiera compartir con ese “alguien especial” una puesta de sol que quede en mi retina para siempre, una noche estrellada lejos del ruido de la cuidad, el calor del fuego en invierno, la lluvia que adoro, reír hasta que me duela la cara y me falte el aire, alguien que me sorprenda positivamente cantándome al teléfono “Valparaíso de mi Amor” , noches llenas de arrumacos y besos, algunos chocolates, luz de velas, una buena comida , esperar la salida del sol en algún lugar lejano, sin dejar de lado, larguísimas conversaciones sobre lo humano y lo divino.
Prometo darme esos espacios, regalar eso que guardo y que en este momento nadie conoce, porque soy otra, porque comienza un período nuevo, y porque la vida es para vivirla…
Es todo lo que deseo para comenzar feliz mis 35 años.
Es imposible para mi abstraerme y dejar un comentario por compromiso y menos evaluar tu pluma y los dotes naturales de escritora, sin embargo y sin tapujos te comento lo siguiente:
ResponderEliminarLa vida no está en los libros menos en la web eso lo sabes perfectamente, gritar a todos los vientos que eres una mujer que quiere ser feliz salir a la calle y buscar lo que necesitas parece ser la clave pero quien soy yo para dar consejos.
MUJER se feliz