COSAS QUE OCURREN.

Hace siglos no se conectaba a MSN, hubo cosas que la alejaron de ese medio, la cercanía o los recuerdos de personas que ya no formaban parte de su vida, la mantenían sin necesidad de comunicarse.

Si bien ella mantenía abierto otros canales en la web, este tal vez era mas privado, pocas personas tenían acceso a él, por ello la distancia, muchas veces le era mas fácil escribir, que decir algunas cosas en vivo, no era timidez, era una manera de tener control de algunas situaciones.

Viajemos en el tiempo, ella lo conoció por uno de estas redes sociales y le dio por supuesto su dirección de mensajería instantánea, chateaban horas hubo un interés mas allá de la amistad, no vivían lejos, pero demoraron en conocerse, tenían historias dolorosas cada uno y estas conversaciones eran una bálsamo que les hacía muy bien.

Las palabras derivaron en la avidez por algo mas, eran adultos, solos y sin compromisos, nada podía perturbarlos, el dio el primer paso, eso fue algo que ella admiró, varios amigos sabían de esta situación ella era precavida si algo no resultaba en ese encuentro, tenía planes de escape bien organizados, su celular era la herramienta necesaria en una situación de emergencia.

Llegó el día de verse, aunque ya por cámaras se conocían y habían hablado mucho por teléfono.

Se gustaron, era obvia la sonrisa de el al verla aparecer donde quedaron en verse, un abrazo y un beso fueron el comienzo.

Hablaron de infinidad de cosas y decidieron pasar el fin de semana juntos, ella era una chica práctica, el no se complicaba tampoco, se fueron a disfrutar de la noche, una cena deliciosa una caminata a la orillas del mar y el paso siguiente era intimar...

No tuvieron mayores problemas en exponer sus cuerpos a la luz de la luna, y hacer el amor muchas veces, el tenía la capacidad de recuperarse pronto tras cada embestida, algo que a ella le pareció muy bien.

Vieron amanecer se hicieron arrumacos, descubrieron lugares que les daban paz entre las sábanas.

Al día siguiente los cariños continuaron, pero a la luz del día ella sabía muy bien que no lo vería más, era algo seguro, el tenía mas problemas que los que reconocía y ella a su modo lo comprendía, no era amor, solo dos personas que estaban solas y que de pronto se conocieron y se hicieron compañía un fin de semana cualquiera.

Nunca más lo vio le devolvió por e-mail todas sus conversaciones y la vida continuó.

No le guarda rencor y espera que esté muy bien ...