miércoles, 10 de marzo de 2010

PRINCESAS

Fue tal vez mi infancia, la que me enseño que ser princesa era un raro invento de los padres, para agasajar a sus hijas, en desmedro de sus hijos , gran error ,
los hombres eran más felices, siempre me llevé mejor con los hombres,
siempre me resultaron más interesantes , menos presuntuosos y más seguros,
quizás porque de ellos se esperaba que hicieran travesuras.

Para esas princesas no estaba permitido, muy por el contrario,
y a mi me encantaba colgar de los árboles correr hasta más no poder ,
ir al campo y ensuciarme, afortunadamente me dejaban, odie siempre las faldas,
las encontraba poco prácticas, aún no tengo una en mi closet y tampoco me hace falta.

Mi abuela Victoria me regalaba hermosos vestidos y zapatos de charol,
que obviamente me ponía cuando iba a verla, le brillaban los ojos a la pobre,
me decía que parecía una princesa.

Llegando a mi casa, el vestido volaba por mi pieza junto con los zapatos

y volvía a ser yo disfrutaba un rato de andar en calzones,
luego me ponía una jardinera, una polera zapatillas y al patio,
a volver a trepar árboles, jugar con barro tirar piedras y abrazar al millón de perros,
que había en casa, tuve miles de accidentes pequeños,
pero que dejaron sus cicatrices, las miro con orgullo.

En ese sentido mi papá me dejó ser, siempre me dijo que yo era especial
y quien estuviera cerca de mi lo notaría, para bien o para mal…

No supe darle sentido a esas palabras hasta que entré al colegio.

Muy tostada por el sol del verano con mis ojos muy verdes era el orgullo de papá,

sobretodo, porque no me interesaban las muñecas, solo los peluches de animales,
nada de vestiditos, y en verano cuando hacía demasiado calor andaba pilucha por toda la casa.


Ahora grande veo esos días como los mejores con una nostalgia especial,

hasta los cinco años fui normal y feliz…

Volviendo al asunto de las princesas, a los hombres, no se les dice que cuando grandes van a ser reyes.
Porque es verdad a los hombres no se les miente, saben que si no estudian están jodidos,

que va a llegar el momento que se van a tener que ir de la casa de los papás,
que van a tener hijos y que van a tener que mantener una casa y a su mujer…

Esa es la gran verdad, esa es la gran ventaja de los hombres por sobre las mujeres, mientras que las mujeres esperan al "Príncipe Azul" ¿?

Todavía disfruto de andar pilucha en verano, los fines de semana la ropa interior tiene vacaciones, no soy princesa, no tengo reino, pero estoy rodeada de hombres, mis hermanos,

mis hijos, el recuerdo de mis abuelos y de mi padre que ya no están
y por supuesto mis amigos que adoro, es lo que me gusta, sé entenderlos y ellos a mi.

Los hombres maduran crecen y si tiene suerte y Dios les da luz verde se ponen guapos, si además de eso son inteligentes estudiaron y tienes un buen trabajo,

no necesitan una princesa, necesitan una MUJER, que les lleve el paso,
les enseñe a jugar y desordenarse un poco para abandonar la rutina,
y que aprendan lo que no aprendieron en el colegio ni en la universidad…

Ser felices... Algo muy importante... Nadie repara en ello.


Al final es lo más importante.

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