miércoles, 18 de agosto de 2010

UN POCO DE TIEMPO

Hacía un tiempo que no se veían, pero mantenían en contacto por la red, de un modo u otro ella lo extrañaba, él le daba un rincón de paz cuando los tiempos no eran buenos.
Esta vez ella insistió en verlo, el demoró en dar luz verde, pero lo hizo.
Ella fue a su departamento tocó esa puerta con aplomo, esperando la sonrisa que estaba esperándola y no se equivocó, el seguía bello y dulce como la última vez.
Tenían bastante que conversar, el estudiaba sus movimientos mientras ella se desahogaba.
Quizás se debían este encuentro, eran amigos, cómplices, compañeros de cierto modo, algo golpeados por la vida, pero muy jóvenes como para darse por vencidos.
El es la dulzura misma, sabe contenerla, adivina sus deseos no necesitan decirse mucho, comenzaron tímidos los besos, un abrazo fuerte de esos que traspasan el cuerpo, ella pudo sentir que no hay misterios, y se dejó llevar…
Miles de besos de caricias de arrumacos cuando la ropa sobra y las palabras no sirven, solo queda entregar y disfrutar ese poco tiempo que tanto les hace bien.
El es silencioso, pero efectivo su fuerza está intacta, ella decidió disfrutar sin frenos esta vez, dejarlo hacer su voluntad, sentirse dominada totalmente sin miedo y el supo hacerlo una y otra vez, tanto que ella decidió quedarse esa noche, era imposible romper este hechizo.
Fue una noche deliciosa, el sudor de él está aún en su boca, su aroma inconfundible, eterno sigue acompañándola.
Después de dar vueltas lejos, ella pudo sentir que lo que buscaba estaba más cerca de lo que pensaba.
Quedó en el aire pensar si se verán otra vez, prefieren dejarlo al destino…

2 comentarios:

  1. Muchas veces más de lo que queremos,pasamos por períodos de letargo, sin embargo algunas cosas todavia son buenas y nos sacan de esa rutina que nos viene matando el espíritu!!
    El tiempo, si es que existe algo así!, es distinto para todos, lo que para unos es un segundo para otros parecerá una eternidad!
    P

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  2. Siempre me dejas con un agradable sabor en la boca y mi mente un poco lijera viaja por lugares y recuerdos que nunca fueron, una mirada cómplice o una sonrisa picara, suspiro y me regocijo en tu escritura que siento tiene un cuerpo propio

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