miércoles, 20 de octubre de 2010

LA RUEDA DE LA FORTUNA

La vida describe ciclos círculos, caminos sinuosos
y pequeños puentes que debemos cruzar.

Ella vivía en un pueblo pequeño del interior en la zona central.
El vivía a miles de kilómetros de distancia.

El buscaba a una amiga en la red y se encontró con la imagen de ella,
no dudó en escribirle para pedirle amistad,
ella aceptó y esta amistad empezó a fluir de una manera muy natural,
a pesar de la lejanía la cultura, el idioma y miles de cosas
que pudieran haberlos hecho desistir.

Ahora las cosas han tomado un matiz diferente, han pasado más de dos años,
la vida de ambos no ha sido miel sobre hojuelas,
pero de cierto modo eso los hace parecerse bastante,
hay un nexo muy especial entre ellos
.
La comunicaciones en la red pueden ser positivas,
la distancia ayuda a compartir experiencias de vida,
que tal vez con personas cercanas uno es más reacio de expresar,
esa misma flexibilidad hace que puedan entregar mucho,
conversar sin miedo sobe vivencias y recuerdos dolorosos,
haciéndolos más fáciles de llevar.

Antes de internet había personas que hacían amigos por correspondencia postal,
tomaba tiempo y esfuerzo y muchas veces no podían escuchar a sus amigos,
pero de todos modos continuaban haciéndolo.
También existían los romances por correspondencia,
los enamorados conocían a sus parejas el día del matrimonio.

Afortunadamente para nuestros protagonistas,
estamos en la era de las comunicaciones y estas distancias gigantes se acortan
con un mensaje electrónico, fotografías en alguna red social,
y lo mejor de todo la telefonía, el inmenso valor de poder conversar,
oír la voz de quien tienen tanto que decir, casi a diario.

Son momentos en el que el mundo se detiene
para darles un espacio íntimo y propio,
sus palabras se tornan dulces e inclusive imaginan planes
para eliminar de una vez esa distancia.

El tiempo va pasando, pero están juntos de este modo tan etéreo,
se conocieron de un modo poco convencional, no hay certezas,
pero también hay miles de posibilidades de estar frente a frente algún día,
cuando muera la distancia y las palabras den paso
a ese abrazo tan largamente esperado, todo es posible ahora,
el destino teje historias y de seguro esta es una de miles.

Veamos que les trae la rueda de la fortuna…
Esperaremos noticias de nuestros protagonistas.

Las casualidades no existen y tal vez se transformen en compañeros de camino.

Con un poco de suerte y decisión las cosas que parecen imposibles, suceden.

1 comentario:

  1. Siempre te leo con agrado esperando la sorpresa me tome desprovisto y cuando las toman el curso que anticipo esbozo una sonrisa porque me gusta tu forma de contar las cosas, tan adentro en el personaje y tan afuera para mantener objetividad de todo lo subjetivo que escribres. Me gusta y me gusta...

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