MISTERIOS Y EPIFANÍAS.

Una página en blanco, un reto para quien debe escribir, tal vez de cosas que no ha vivido y tiene planeadas para el futuro, cuando definitivamente el futuro no existe solo el presente y las primeras letras de cada escrito son parte del pasado.
Universos paralelos, estrellas no descubiertas, supernovas o cometas fugaces, que impactan en la retina de muchos que levantamos la mirada hacia el cielo.
Lo que nos deja una sensación de pequeñez y de vasta inmensidad que sobrecoge.
Entonces empezamos a divagar,
¿Qué sería de nosotros si…?
… Hubiéramos escogido otro camino, de seguro diametralmente opuesto al que seguimos…
Pero como todo es incierto, muchas veces caminamos tratando de no equivocarnos, y como la vida es una contradicción tras otra, nos damos en la nariz con el piso más veces de las que quisiéramos.
Lo más seguro, o mejor dicho lo único seguro es que moriremos, pero en el intertanto damos batalla a miles de cosas, lo genial de esto es que nadie nos enseña nada, vivir es uno de los misterios más interesantes a descubrir, y cuando alcanzamos epifanías estamos en el lugar y momento precisos.
Nos damos cuenta entonces que este camino tenía que ser andado y que las casualidades no existen y todo tiene un gran propósito final.
Claro que eso queda para el último día, en el último minuto, donde algunos afirman, que se recorre en un segundo, en un trance cinematográfico millones de imágenes de este recorrido, antes de cambiar de plano a tal vez algo superior.